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En la concentración organizada ayer, jueves, en la plaza de Santo Domingo de Burgos, se escuchó el testimonio de dos trabajadoras domésticas, que mostraron su interés y dedicación al cuidado de los mayores. En el acto, que congregó a varias decenas de trabajadoras, voluntarios y técnicos de Cáritas, se leyó también el manifiesto conjunto por el Día Internacional del Trabajo Doméstico y se representó la necesidad de visibilizar las horas de dedicación que conlleva para que otros profesionales más reconocidas socialmente puedan desarrollar sus tareas. Entre las peticiones, se recordó a la administración que debería apoyar económicamente a este sector, teniendo en cuenta la carga que supone para las familias, y se reivindicó que los derechos laborales se cumplan en todos los casos.

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