gtag('config', 'AW-594699890');

Con motivo del Día de los Derechos de la Infancia del 20 de noviembre, el Programa de Infancia y Adolescencia señala las vulneraciones que sufren los más jóvenes, y los nuevos riesgos a los que se enfrentan

Como celebración de la firma de Convención de los Derechos del Niño, la Organización de Naciones Unidas estableció el 20 de noviembre como un día para promover y sensibilizar sobre el bienestar de los menores. En este sentido, desde Cáritas Diocesana de Burgos, que ha trabajado con menores desde 1985 y cuenta con centros en Burgos, Miranda de Ebro, Aranda de Duero, Villarcayo y Lerma, se ha aprovechado esta circunstancia para realizar un balance de la situación de los menores en nuestra provincia.

Durante el año 2019 se han atendido a 893 niños, con la colaboración de 85 voluntarios. Entre las actividades que se desarrollan en sus centros, el Programa de Infancia se centra en el ocio y el tiempo libre, a través de excursiones, convivencias, talleres, deporte, etc. Además, en cuanto al apoyo escolar, se realizan actividades de animación a la lectura y refuerzo de idiomas, junto con la resolución de deberes y el estudio, todo ello acompañado de tutorías individualizadas y trabajo conjunto con los centros escolares y las familias. En el caso de Miranda y Aranda también se trabaja con jóvenes que no han finalizado sus estudios, sin cualificación o con inmigrantes que no han podido acreditarla, para mejorar su empleabilidad.

Como nota destacada de los últimos años, Mónica Martínez, responsable del Programa de Infancia, señala que «detectamos nuevas realidades y problemáticas que han ido surgiendo en estos años: consumo de sustancias, falta de límites y normas, soledad de los menores, trastornos de conducta, depresión, problemas emocionales, uso inadecuado de nuevas tecnologías, nuevas adicciones sin sustancia…». Estos desafíos suponen también un reto para el cumplimiento de los derechos de la infancia, ya que en muchos casos interfieren con el normal desarrollo y bienestar de los menores. En concreto, en los últimos meses se ha puesto un énfasis especial en la formación de los técnicos en todo lo relacionado con las adicciones sin sustancia –internet, apuestas, pornografía…-.

Desde la entidad eclesial se subraya el trabajo de prevención, especialmente mediante la oferta de recursos de ocio y tiempo libre alternativos, con mayor incidencia aún en los centros situados en el mundo rural, más marcado por la falta de recursos y oportunidades.

Desde Cáritas, asimismo, se cuenta con el convencimiento de que «si se cree en la potencialidad de los niños y jóvenes, estamos convencidos de que pueden promocionarse y salir adelante, y por eso nos esforzamos día a día para dar respuesta a sus necesidades».

(En la imagen, cartel con los derechos infantiles, realizado por los menores del CDAM de Burgos)

 

Share This