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Reproducimos una entrevista a David Alonso, técnico del programa de Personas sin Hogar, publicada en el Diario de Ibiza sobre la metodología de trabajo basada en el modelo “Housing First”

                            

Durante el VI Encuentro de Agentes Sociales de Ibiza, Alonso ofreció una conferencia sobre el modelo Housing First. Implantado en Burgos desde 2013, este sistema está demostrando su eficacia a la hora de trabajar en la reinserción social con personas sin hogar aunque, como recalca el especialista, «no es el único modelo» y «hay que estudiar cada caso de manera individual».

 

Trece años trabajando con personas sin hogar y veinticinco con personas privadas de libertad avalan su trayectoria profesional. David Alonso, trabajador de Cáritas Burgos, viajó hasta Ibiza para impartir una conferencia sobre Housing First, una modalidad de trabajo con personas sin hogar que propone dotar a los participantes de una vivienda, o como él dice, «un espacio donde se sientan seguros y satisfechos con ellos mismos», y continuar así con el proceso de integración social. La charla tuvo lugar en el VI Encuentro de Agentes Sociales de Ibiza y fue muy bien acogida entre los asistentes, que, sin embargo, consideran difícil su aplicación en la isla.

Burgos es una comunidad pionera en implantar el modelo de Housing First en España, ¿en qué consiste exactamente?

Es una modalidad de trabajo con personas sin hogar que propone la vivienda como prioridad. La primera medida que se plantea es dotar a la persona de una casa, un hogar, y a partir de ahí se inicia todo un proceso de trabajo biosicosocial con ella para que se integre de nuevo en la sociedad.

Al contrario que otros sistemas.

Efectivamente. Es otra manera de trabajar, pero eso no quiere decir que sea la mejor o que todas las personas sin hogar necesiten participar en un programa de Housing First. Cada una de ellas necesita un proceso marcado y centrado en ellas. Puede ser Housing First, un sistema de trabajo de modalidad escalera o puede ser a través de programas más asistencialistas, porque lo que necesitan es cubrir sus necesidades básicas. Lo importante es que la persona sea el centro de sus procesos.

¿Por qué comenzar por una vivienda?

El hogar es mucho más que un espacio físico. Es donde tienes tu sofá y te relajas y puedes ver la tele o leer en la intimidad. Donde está tu cuarto de baño y tu cama, que no utilizan otras seis o siete personas. El techo no te da la seguridad. La seguridad te la da estar en un espacio en el que tú te sientes realizado como persona. Eso es lo importante del hogar.

¿En qué consiste la modalidad escalera?

Se trata de ir trabajando por fases, según la evolución de la persona. Acompañarla cuando está en la calle y tratar que de entre en un albergue, que acuda después a un centro de día y que luego pase a una vivienda tutelada, y de ahí a insertarse en la sociedad. Es un trabajo por fases en el que se progresa a medida que se van cumpliendo los objetivos. El Housing First trabaja el proceso a la inversa.

¿Por qué decidieron implantarlo en Burgos?

Fue una situación drástica. Trabajábamos con varias personas que estaban en la calle y un buen día a uno de ellos le dieron una paliza y estuvo ingresado 15 días. En ese momento comprendimos que esta persona tenía que dejar la calle. Lo habíamos intentado en otras ocasiones desde el modelo escalera, pero por sus circunstancias personales no funcionó. Al salir del hospital decidimos probar esta nueva modalidad y funcionó bien.

¿Existen muchos casos de éxito?

Después de seis años hemos trabajado con 52 personas, de las cuales solo dos no han terminado el proceso y otras cuatro fallecieron por causas naturales. Actualmente trabajamos activamente con 16 y el resto están llevando una vida autónoma y normal.

¿Existen casos de reinserción de gente con muchos años en la calle?

Muchísimos, casi todos. Paulo, por ejemplo, tiene 47 años y llevaba 16 en la calle. Entró en el proyecto y nos costó dos años el proceso porque fue muy duro. Al principio de tener la casa dormía en la alfombra porque decía que no estaba acostumbrado a dormir en algo blando, y con la ventana abierta para sentir que estaba en la calle. En cinco años esa persona tiene una casa totalmente independiente, un coche y un trabajo. Era enconfrador hace 20 años y ha hecho un curso de reciclaje. Lleva seis meses trabajando en una empresa y se ha reencontrado con su hijo y con su familia después de casi 20 años.

¿Cómo consiguen las viviendas para el proyecto?

Actuamos de mediadores entre el propietario y el inquilino. Dividimos el proceso en tres fases. En la primera intentamos que los participantes del proyecto se conozcan entre sí y generen un espacio de pertenencia en el que vayan trabajando habilidades personales y sociales de la vida diaria. Después nos centramos en el sistema de ingresos económicos, o bien a través de una renta garantizada o con una pensión no contributiva. Cuando ya tenemos los ingresos vamos a la búsqueda de una vivienda. Recurrimos a la vivienda privada porque por desgracia no tenemos disponibilidad de vivienda pública para este ni para otros proyectos. Intentamos buscar dueños que tengan rentas más bajas y trabajamos la sensibilización para que entiendan la situación, se involucren, bajen el precio… Una vez está todo listo les juntamos y firman el contrato entre ellos. Nosotros nos quedamos al margen, pero los dueños saben que estamos detrás apoyando a esta persona y que hay un proceso de acompañamiento a largo plazo.

¿Se hacen cargo ellos del alquiler?

Intentamos que sean responsables de pagarlo, sí. Habitualmente destinan un 80% de su renta a estos gastos y nosotros les apoyamos con suministros y alimentos.

¿Es fácil encontrar a propietarios que quieran participar?

Hay de todo, pero la experiencia es positiva. Muchos lo ven como otra forma de voluntariado.

¿Ve viable aplicarlo a Ibiza?

Ibiza posee un hándicap importante por el precio de la vivienda. Pero se trata de ejercer presión ante la vivienda pública. Igual no se puede trabajar con vivienda privada porque es una cuidad donde el precio del alquiler es de los más caros de España, pero se tiene que hacer visible este problema y denunciarlo ante los servicios públicos para que tomen medidas. Además, se necesita un programa de sensibilización. Hay muchas casas vacías durante el año, se tendría que intentar apelar a la solidaridad de la gente también.

¿Alguna otra sugerencia para Ibiza?

Yo creo que se pueden hacer muchas cosas aquí. Igual no desde la modalidad Housing First, porque aún no es el momento aquí, pero se puede aplicar parte de la metodología y trabajar para alcanzar unos objetivos, que más adelante puedan derivar en Housing First o cualquier otra modalidad de vivienda. Se trata de generar una serie de espacios en los que las personas pierdan su miedo a la soledad, se empoderen y generen lazos sociales que les permitan integrarse.

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