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En este 1º de mayo, Fiesta del Trabajo, queremos presentaros el Programa de Empleo de Cáritas Burgos y aquellos aspectos más significativos que estamos descubriendo en nuestro quehacer. Os señalamos algunos de ellos que reflejan historias personales cargadas de incertidumbre y sufrimiento:

  • La mayoría de las personas con las que trabajamos viven al día, sus recursos económicos son escasos y dependen de los ingresos mensuales e incluso semanales para poder subsistir.
  • Muchas de las personas que acompañamos viven en un piso compartido, en las que tienen un solo baño, cocina y televisión. Por eso, muchos viven aislados en su propia habitación de dimensiones muy reducidas, con el único medio de información y entretenimiento que es el smartphone.
  • Algunas personas están solas y tienen miedo por la alarma sanitaria, porque son recién llegados a España, porque su situación administrativa es irregular o porque son mayores. También encontramos casos de mala convivencia dentro de una vivienda compartida, con los riesgos que suponen (violencia de género, problemas familiares…). En los que tienen hijos se percibe una preocupación por el desarrollo escolar quienes no tienen acceso a la red para seguir las clases y las tareas.
  • A nivel laboral nos hemos encontrado con mucha pérdida de puestos de trabajo; los que estaban en la economía sumergida, se quedan sin ningún tipo de ingresos, y los que tienen una base salarial baja, contarán con unos ingresos insuficientes para poder hacer frente a todos los gastos. El caso de las empleadas de hogar es más alarmante: despidos, reducciones de jornada sin mantenimiento de sueldo, aunque por otro lado algunos trabajos externos se han convertido en interno para evitar las salidas y el contagio.
  • Encontramos casos de desorientación personal y laboral. No saben qué hacer, ni dónde acudir, ni qué pasos tienen que dar cuando la situación finalice.
  • Se han reducido considerablemente las ofertas en el servicio doméstico y han aumentado las ofertas de trabajo en las residencias de ancianos y en el sector de limpieza de los diversos establecimientos.
  • En el servicio doméstico hemos tenido inicialmente una gran demanda de información ante esta situación tanto de los empleadores y sus familias como de las trabajadoras.
  • En otros sectores económicos, se han suspendido las ofertas que llegaron a principios de marzo, tanto en el sector de hostelería, almacén y el sector de producción. Estábamos en la época que se relanzaba la activación de ofertas en estos sectores y ha habido un parón total.
  • En estos ámbitos, aquellos participantes que tenían trabajo han sufrido un ERTE, en el mejor de los casos, pero en otros simplemente un despido o rescisión del contrato o una finalización del contrato en el periodo de prueba, si habían empezado a principios del año.
  • Todos los participantes que estaban en procesos formativos de crecimiento y de desarrollo de la empleabilidad han visto cómo se paraliza su proceso y desarrollo de las distintas actividades, desde el jueves 12 de marzo.

Desde el Programa de empleo, nuestra actividad se ha visto muy afectada. Hemos tenido que limitar a lo excepcional muchas de las acciones de trabajo personal con los participantes. Toda la actividad formativa se ha suspendido, los cursos certificados profesionales, la formación ocupacional laboral, los talleres, las clases y las sesiones grupales de orientación laboral.

La orientación, actualmente más personal y de acompañamiento, se hace telefónicamente. Es de gran ayuda ya que se sienten acogidos y necesitan desahogarse, expresar sus miedos, sus dudas, despejar incertidumbres y, en muchos casos, descubren sus necesidades con el llanto, necesidades que en este momento no son laborales, sino de supervivencia (alimentación, vivienda, medicinas…)

Sí que estamos gestionando ofertas de empleo por mail o teléfono, principalmente del área sanitaria, servicio doméstico, geriatría, limpieza y supermercados, de tal forma que se han logrado más de 50 inserciones en estos días. En algunos casos sabiendo que van a trabajar a lugares donde hay foco de infección. En contra, también estamos recibiendo llamadas de personas que han perdido su empleo, principalmente de ayuda a domicilio o de empleadas del hogar por horas, ya que se intenta así evitar contagios.

Desde Cáritas queremos destacar estos días la labor fundamental y esencial de las personas que trabajan en los domicilios particulares, de las empleadas y empleados del hogar. Un gran aplauso por ser tan valientes y a pesar del miedo y la incertidumbre de estos días están cumpliendo con su trabajo, y con el cuidado de las personas.

Otro ámbito de trabajo está siendo nuestra labor con los voluntarios: muchos son mayores y algunos de ellos están solos. Necesitan este acompañamiento y sentir que Cáritas y todos los que formamos parte de ella estamos acompañando su soledad. Nos echamos de menos, pero nos abrazamos en la distancia.

Nos gustaría que esta situación pasara lo antes posible, para retomar el trabajo que, sin duda, va a ser mucho. Creemos que será complicado abordar los frentes que esta pandemia ha generado en todos los ámbitos de la vida y, especialmente, en las personas más vulnerables que, una vez más, van a tener que soportar una crisis de inigualable magnitud.

Que este parón en nuestras vidas, pueda servir para reflexionar, para darnos cuenta que la persona está es el centro y que la naturaleza es nuestra casa. Queda mucho por trabajar para construir una sociedad global con un cambio en sus prioridades y en sus valores.

En este vídeo, puedes ver cómo los profesionales de los distintos programas de Empleo de Cáritas en Castilla y León animan a las personas que atraviesan dificultades en estos momentos.

 

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