El programa de personas sin hogar de Cáritas Diocesana de Burgos finalizó el curso con una convivencia en fuentes blancas. Más de 80 personas, participantes, voluntarios y trabajadores, se dieron cita en una comida de hermandad. El clima del encuentro fue en todo momento muy amigable y se agradeció este momento de reunión que ha sido tan difícil de mantener a lo largo del presente curso.
Participantes del programa de hogares, del albergue y del centro del día se reunieron en amigable compañía para compartir tantos proyectos, esperanzas e ilusiones. También se hicieron presente las Hijas de la Caridad de la Casa de Acogida.
Comentarios recientes