Texto e imagen: archiburgos.es
La Delegación de Pastoral para las Migraciones y la Movilidad Humana de la archidiócesis de Burgos ha presentado la campaña que ha preparado con la vista puesta en la 110ª Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado, que la Iglesia universal celebrará el próximo 29 de septiembre. Hilda Vizarro, la delegada, ha estado acompañada por Esther Angulo, educadora social de Cáritas Diocesana de Burgos y miembro de la Delegación, y por Francy Matilde Álvarez, una venezolana que vive y trabaja en Burgos y que ha narrado su historia en nuestro país.
El encuentro con los medios de comunicación también ha servido para presentar el proyecto de familias, parroquias y comunidades acogedoras con las personas migrantes. Una iniciativa que consiste en que las personas migrantes sean acogidas en familias, comunidades parroquiales o religiosas. «Las estancias en las familias son de entre 4 o 6 meses, conviviendo con ellos en sus casas. Además, se contemplan también lo que llamamos ‘familias de respiro’, que puedan acoger de forma temporal a estas personas, en un fin de semana o en alguna actividad puntual», explica Esther Angulo, educadora social de Cáritas Diocesana de Burgos, que también forma parte del proyecto.
Este proyecto no es nuevo en Burgos, ya que viene de una experiencia piloto que ya se había puesto en marcha previamente, en la que ha participado la parroquia de San Juan de Ortega, acogiendo a tres personas migrantes, así como una familia, que ha acogido a un matrimonio. Esta iniciativa tiene un año y medio de duración y prevé que hasta 20 personas migrantes puedan participar en ella. El proyecto conlleva una inversión de cerca de 70.000 euros, de los cuáles 33.000 han sido ofrecidos por Cáritas Española.
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